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Bodega

La bodega se encuentra bajo el ala Norte, ocupando más de la mitad de su superficie, en su parte Oeste.

Se trata de una dependencia subterránea abovedada, con unas dimensiones de 13,71 m. de longitud y 4,28 m. de anchura, a la que se accede por unas escaleras situadas en la esquina Noroeste del patio. Hoy día la puerta de acceso ha desparecido completamente.

La bodega está iluminada por una ventana abocinada de 1,69 m. de altura, abierta en el muro Oeste. La parte exterior de esta ventana ha sido desmantelada a lo largo del tiempo para aprovechar sus piedras.

La bodega estuvo pavimentada originalmente con un enlosado de piedra a base de losas rectangulares de piedra, empleado igualmente para el suelo de los nichos. Solamente quedan algunos restos junto al muro septentrional. Este suelo tiene una pendiente para encauzar los residuos líquidos o el agua procedentes de la limpieza de las cubas hacia el desagüe.

El suelo estaba cubierto por un relleno de tierra y piedras que contenía restos cerámicos – fragmentos de vasijas y otros recipientes  – procedentes del abandono del castillo-palacio en el siglo XVII.

En el muro occidental se abren una alacena de obra de forma trapezoidal a media altura y, a ras de suelo, una boca a modo de sumidero, con una embocadura rectangular. A esta boca de desagüe conducía un sistema de saneamiento localizado en la mitad occidental de la bodega, con una orientación Sureste-Noroeste y consistente en una capa de piedras irregulares de distintos tamaños depositadas unas encima de otras sin un orden aparente. Su utilidad sería encauzar el agua de filtraciones subterráneas, o de lavado de cubas, etc. y así evitar encharcamientos y problemas de humedad.

En el paramento Sur hay seis nichos que tienen planta rectangular y bóveda de medio cañón que pudieron tener funciones de almacenaje.

No se ha encontrado ningún elemento correspondiente al uso de la bodega para la elaboración y conservación del vino, como restos relacionados con los toneles utilizados en el proceso de vinificación (basas, fragmentos de hierro de los cellos que ceñían las duelas, espitas, etc.).

La última función conocida de esta dependencia subterránea fue de tipo agrícola y se remonta a finales del siglo XX, cuando su interior se hallaba prácticamente colmatado de diferentes rellenos y se aprovechó para el cultivo de champiñones.