La planta baja se articulaba en torno a un amplio patio cuadrado, de 21,8 m. de lado desde el que se accede a las distintas dependencias del castillo: las estancias Norte y Sur – ésta a través de dos puertas -, la bodega, la planta superior y los tejados.
La excavación del patio ha permitido comprender la organización de este espacio. Constaba de una galería cubierta en sus cuatro lados, con ocho basas de planta cuadrada en las que apoyaban columnas de sección circular, con capiteles y basas decorados, que sostenían el piso superior. Las columnas se apoyaban en un muro que sostendría un peto de cierre en piedra como los que pueden verse en los claustros medievales. Ese peto discurría por todos los lados menos por el Oeste.
Las crujías estaban pavimentadas con losas de piedra de formato rectangular colocadas con el lado corto orientado al centro del patio. El centro del patio estaba también enlosado aunque las piedras estaban colocadas haciendo un dibujo romboidal. Los pavimentos apoyaban en una potente capa de piedras y mortero, muy sólida.
En el centro estaba la base de la fuente de la que habla la documentación escrita ya desde el s. XIII: durante el reinado de Teobaldo II se trabajó en “hacer el grifo de la fuente y arreglar la fuente y hacer los caños del lavabo”. Desgraciadamente, una cata de exploración arqueológica hecha en ese punto ha destruido todos los restos que pudieran haberse conservado.
El plano del s. XVIII insinúa que la base de la fuente tenía forma circular. Se han recogido algunos fragmentos de piedra tallada con forma curva que es posible que hubiesen formado parte de la misma.
Sí se ha recuperado parte del canal de llenado de la fuente, que atraviesa la puerta principal y sigue hasta el centro del patio así como un tramo del canal que permitía evacuar las aguas sobrantes fuera del castillo. El canal salía al exterior por la sala Sur, atravesando los muros por unos arcos labrados. Se conservan fragmentos de los canales de piedra donde se colocaban los tubos de alimentación.
La documentación escrita dice que estas tuberías estaban hechas de plomo. La campaña de 2011 permitió recuperar un filtro de plomo que serviría para limpiar el agua que entraba a la fuente y evitar atascos.
La planta alta del patio está muy dañada y sólo quedan restos incompletos de tres de sus lados. Lo único que ha quedado son restos de las ventanas, de las chimeneas y de los mechinales que sirvieron para sostener el forjado del suelo.
Las excavaciones arqueológicas y los planos del s. XVIII ayudan a entender cómo pudo ser ese piso. Es imposible saber cuál fue la distribución interna de las estancias y los pasillos de acceso a cada una de ellas. La disposición y tamaño de los mechinales que pueden verse en las paredes prueban que sostenían un suelo muy pesado, posiblemente baldosas decoradas, como las recuperadas en la Sala Sur.
Los restos de tracerías en piedra hacen pensar que el piso superior se sostenía sobre arcos apuntados de piedra.
La iluminación del piso superior tuvo que hacerse también a través del patio porque los lados Norte y Sur no tienen ventanas exteriores. Eran ventanas geminadas que estaban decoradas con capiteles labrados y columnas dobles (uno se conserva en la parroquia de Santa Eufemia). En cada lado del muro del patio había una chimenea para calentar las habitaciones.
Entre los siglos XV y XVII, la galería Oeste fue tapiada con la construcción de una pared de piedra y dividida en dos espacios con un tabique. Se dejaron dos puertas para permitir el paso. Parece que estas dependencias se utilizaron para actividades relacionadas con la bodega, es decir, para hacer vino.
La restauración del patio ha intentado reconstruir cómo pudo ser este espacio a lo largo de la historia:
- Se ha separado el espacio central de las galerías mediante piezas de madera y las dos superficies, con los restos arqueológicos debidamente protegidos con láminas de geotextil, se han cubierto de canto de río lavado rojizo uno y de grava caliza de Tiebas las otras.
- Se han recreado las bases de las columnas, con madera, grava y dos piezas originales de columna.
- Los muros de los ss. XV-XVII se han consolidado y dejado en el lugar para así mantener parte de la imagen del edificio tal como fue mientras estuvo en pie.