El castillo estaba rodeado por un muro perimetral que aprovechaba el desnivel de las laderas del cerro y delimitaba un recinto en forma de pentágono irregular que servía como espacio de circulación. Ese muro servía de apoyo a una serie de construcciones auxiliares o de servicios, necesarias para la vida cotidiana del castillo.
Estos edificios no se han documentado arqueológicamente todavía, de modo que se desconocen sus características y sólo podemos contar para su descripción con los datos expuestos de la documentación de archivo.
El año 1337 se trabajó “en fazer el muro de fuera al derredor”, en tanto que en 1355 se reparó “la calçada fuera del muro mayor”. Esta calzada sería un camino empedrado que serviría para circular por el espacio alrededor del edificio central.
Graneros, establos, molino y otros
Como cualquier otro castillo contaba con un granero, llamado la “cambra de los algorios”. En él se guardaba la avena (para las caballerías) en 1321, cuando se repararon sus paredes. En 1372, hay una partida de obras referida a “adobar” tal instalación que parece ser que se encontraba fuera del recinto del castillo-palacio.
Los establos, las “establías”, donde se custodiaban las caballerías de Tiebas estaban en la parte exterior del conjunto, cerca del pueblo, afrontando una de ellas con la calle pública, según noticia de 1354.
Otra dependencia era el molino, aunque éste pudo estar fuera del recinto. En 1321 se donaron 11 cahíces de trigo al alcaide, mientras durase la voluntad real, y éste se comprometía a “refazer las obras del molino”.
El plano del castillo-palacio de Tiebas de 1800 muestra que al Sur había un muro con ventanas pequeñas tipo aspilleras. Junto a él, en la esquina Sudeste, se alzaba una pequeña construcción de planta cuadrada y de uso desconocido.