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Otras dependencias

El castillo estaba rodeado por un muro perimetral que aprovechaba el desnivel de las laderas del cerro y delimitaba un recinto en forma de pentágono irregular que servía como espacio de circulación. Ese muro servía de apoyo a una serie de construcciones auxiliares o de servicios, necesarias para la vida cotidiana del castillo.

Estos edificios no se han documentado arqueológicamente todavía, de modo que se desconocen sus características y sólo podemos contar para su descripción con los datos expuestos de la documentación de archivo.

El año 1337 se trabajó “en fazer el muro de fuera al derredor”, en tanto que en 1355 se reparó “la calçada fuera del muro mayor”. Esta calzada sería un camino empedrado que serviría para circular por el espacio alrededor del edificio central.

 

Las cocinas y la halconería

En la zona oriental del recinto inferior, frente a la puerta principal, se localizaba un edificio de planta rectangular, que debió tener un porche y que albergaba el horno, la cocina y almacenes anexos como la despensa o la sala de la halconería.

La construcción de estos muros se hizo contra terreno, empleando sillarejo trabado con argamasa, formando un sólido conjunto tal como demuestran los tramos enteros de lienzos de pared que están tumbados y derribados por la ladera.

Durante el reinado de Teobaldo II, se realizaron obras en la cocina, reparando la pared, la chimenea y el horno. Las paredes se levantaron de piedra, con una altura de 14 codos y medio a la parte de fuera (unos 7,25 m.) y 11 codos por la que miraba hacia el castillo (unos 5,5 m.). Se colocaron en la techumbre vigas de roble de Lanz y Olagüe, y encima la cubierta de tabla y losa.

El año 1345 se arregló el horno porque “estaua por cayer”, incluyendo “el cayno que va del forno enta fuera”.

La cocina tenía un anexo, el “gardamanger” o despensa, en 1355. En 1374 se volvió a laborar en la cocina: “adobar et dreçar la chaminea mayor de la cozina del dicho castieillo et en recobrir la dicha cozina, por razon que era cayda et desbaratada, que non podian fazer fuego bonament en la dicha cozina”. En 1377 se dice que la chimenea de la cocina era “grant et beylla” y se tenía “un gardamanjar con su sarrazón”; para completar el conjunto se construyó “un cobertiz a la entrada de la cozina, con sus finiestras pora dar viandas, engisado todo” y se reedificó la cocina “de la quoal partida era cayda et lo que fincaba yba toda a cayer”.

 

Letrinas

En el lado Oeste, se situaba un espacio rectangular sostenido mediante tres gruesos contrafuertes con una ventana aspillerada al Norte al que se accedía, según los planos, desde la planta baja (sala Norte) y desde el primer piso por dos puertas en codo.

Los trabajos de limpieza del palacio han permitido recuperar una serie de columnas de pequeño tamaño que servían para sostener arcos en el remate de este edificio. Además, se ha comprobado la existencia de la escalera de la sala Norte al piso superior. También se ha descubierto el canal de desagüe de aguas procedentes del patio que atravesaba la parte baja de este recinto.

Las cuentas del palacio hablan de las “cambras cortesas”, eufemismo con el que se llamaba en la Edad Media a las letrinas. Los detalles constructivos de esta estancia: arcos en lo alto para ventilar el espacio, corriente de agua para limpieza, puertas en codo, etc., aparecen en edificios de letrinas conservados en otros castillos y palacios medievales europeos.

 

Graneros, establos, molino y otros

Como cualquier otro castillo contaba con un granero, llamado la “cambra de los algorios”. En él se guardaba la avena (para las caballerías) en 1321, cuando se repararon sus paredes. En 1372, hay una partida de obras referida a “adobar” tal instalación que parece ser que se encontraba fuera del recinto del castillo-palacio.

Los establos, las “establías”, donde se custodiaban las caballerías de Tiebas estaban en la parte exterior del conjunto, cerca del pueblo, afrontando una de ellas con la calle pública, según noticia de 1354.

Otra dependencia era el molino, aunque éste pudo estar fuera del recinto. En 1321 se donaron 11 cahíces de trigo al alcaide, mientras durase la voluntad real, y éste se comprometía a “refazer las obras del molino”.

El plano del castillo-palacio de Tiebas de 1800 muestra que al Sur había un muro con ventanas pequeñas tipo aspilleras. Junto a él, en la esquina Sudeste, se alzaba una pequeña construcción de planta cuadrada y de uso desconocido.