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Sierra de Alaitz

Este accidente geográfico de la cuenca prepirenaica de Pamplona está compuesto por depósitos secundarios y terciarios de origen marino. Se encuentra al Sur de la cuenca de Pamplona y lleva dirección Nordeste-Suroeste con una forma ligeramente arqueada. Sus dos extremos están coronados por dos importantes picos, la Higa de Monreal (1.289 m.) y la Peña de Unzué (980 m.). La estructura de la sierra es un anticlinal cabalgante sobre las areniscas, limos y arcillas del Terciario continental (Oligoceno) de la Depresión del Ebro que tiene un salto mínimo de 5.000 metros. La sierra separa la Cuenca de Pamplona de la Navarra mediterránea.

Los materiales que la integran son calizas y dolomías, a veces muy arenosas, margas y margocalizas; hay también calizas arenosas pardas del Cretácico Superior en el núcleo de la sierra, dolomías, calizas del Paleoceno y calcarenitas del Eoceno que forman los relieves principales. Las calizas del Eoceno de la sierra se prestan, debido a su calidad, a la producción de áridos para construcción. De hecho, buena parte del castillo-palacio de Tiebas fue construido con piedra calcarenita procedente de una vieja cantera situada en uno de los barrancos que descienden de la cima de la sierra.

Su costado Norte está surcado por pequeños barrancos y la vertiente meridional está recorrida por el arroyo de Artusia, que constituye uno de los ramales que dan origen al río Cidacos. La vegetación de la sierra consiste en hayedo en las zonas más altas y en algunos barrancos que descienden hacia el Sur, avellanos y amplias laderas de encinar en la cara Norte, acebos, enebro y  plantaciones de pino albar.

La fauna de la sierra es amplia con aves como diversos tipos de águilas, buitres leonados, milanos, aguiluchos, cernícalos, etc. Abundan los jabalíes y otros elementos de fauna menor, como liebres y conejos. En tiempos hubo hasta osos, de los que se han encontrado restos en la cueva de Diablozulo.

El nombre vasco de la sierra es de origen oscuro, de difícil interpretación, quizás en relación con la palabra vasca ‘haitz’-”piedra”, dado su carácter rocoso, aunque también se ha propuesto su traducción como “pastos grandes”. Siempre fue zona deshabitada, sin asentamientos humanos estables, aunque en ella se elaboró carbón vegetal hasta no hace muchos años. Los nombres de diversas zonas de la sierra remachan ese carácter de tierra agreste y poco accesible: demonios (Diablozulo), brujas (Sorginaran), “mairus” (Mairaga), osos (Artxulo), lobos (Otsoportillo), hayedos (Bagadia, Bagadigorri, Bagadixar, Fayal de Bagadizabala, Fayal Chiquito y Grande), acebos (El Corostial), enebros (El Enebral). Sólo hay unas pocas referencias al hombre: Gastelxar (castillo viejo, abandonado) y Lo del Rey, muestra de que estas tierras fueron propiedad de los reyes de Navarra.

Al pie de este imponente espacio natural, en el extremo occidental de su ladera Norte, se halla la villa de Tiebas.