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Parroquia de Santa Eufemia

La iglesia de Santa Eufemia es una construcción representativa del gótico rural navarro. Tiene nave única dividida en cinco tramos más cabecera pentagonal y tres pequeñas capillas laterales. Está cubierta por una bóveda de medio cañón con arcos fajones apoyados en capiteles decorados. La cabecera es poligonal con bóveda estrellada. La clave presenta un Agnus Dei, un cordero crucífero, rodeado por escudetes con las armas heráldicas de Navarra, Francia y Champaña. 

Las ventanas de la cabecera y de los pies presentan parteluz y arcos trilobulados enmarcados por un arco ojival. La decoración de los distintos capiteles del interior del templo es sencilla: hojas, caras, bolas, flores y motivos de cuerda.

La portada es de arco apuntado y abocinado con cuatro arquivoltas. La torre de la iglesia, en la esquina Sudoeste, a los pies de la nave, tiene forma prismática y sigue modelos medievales aunque es obra del s. XVI. El gran atrio fue edificado en el s. XVII y muestra arcos de medio punto en estilo herreriano. De la misma época es la sacristía, colocada en el lado Norte. La cabecera estrellada se hace muy evidente al exterior.

La iglesia debió ser levantada, de acuerdo a sus características constructivas (bóveda, tipología de los nervios, etc.) y según los detalles heráldicos, en torno a 1300, momento en que los reyes de Navarra, de la casa real de Francia, no residían en el reino. Sí lo hacían los gobernadores del reino quienes muy posiblemente sufragaron los gastos de la construcción de esta bonita iglesia.

La iglesia está presidida por un Crucificado de estilo romanista, del primer cuarto del s. XVI; acompaña al Crucificado una talla de la Virgen, sedente, gótica del s. XIII. También pueden verse dos esculturas, la de la patrona, Santa Eufemia, y la de San Miguel, ambas de finales del s. XVI.

El altar y el ambón se apoyan en columnas modernas que sostienen capiteles decorados procedentes del palacio, decorados con cabezas humanas y motivos vegetales.

Finalmente, en el jardín exterior del templo, ante la puerta de acceso, pueden verse dos ménsulas de piedra procedentes del castillo-palacio de Tiebas con esculturas de figuras humanas. Estos pocos restos escultóricos son un pálido reflejo de la riqueza y la decoración que tuvo la residencia en Tiebas de Teobaldo II, rey de Navarra. Son esculturas directamente emparentados con las obras de arte que adornaban el Palacio del Louvre, construido por las mismas fechas por San Luis, rey de Francia y suegro del rey de Navarra.