En el lado Oeste, se situaba un espacio rectangular sostenido mediante tres gruesos contrafuertes con una ventana aspillerada al Norte al que se accedía, según los planos, desde la planta baja (sala Norte) y desde el primer piso por dos puertas en codo.
Los trabajos de limpieza del palacio han permitido recuperar una serie de columnas de pequeño tamaño que servían para sostener arcos en el remate de este edificio. Además, se ha comprobado la existencia de la escalera de la sala Norte al piso superior. También se ha descubierto el canal de desagüe de aguas procedentes del patio que atravesaba la parte baja de este recinto.
Las cuentas del palacio hablan de las “cambras cortesas”, eufemismo con el que se llamaba en la Edad Media a las letrinas. Los detalles constructivos de esta estancia: arcos en lo alto para ventilar el espacio, corriente de agua para limpieza, puertas en codo, etc., aparecen en edificios de letrinas conservados en otros castillos y palacios medievales europeos.